La quemadura es un trauma grave causado en la piel por exposición al calor intenso, puesto que la piel humana puede resistir sin dañarse temperaturas de hasta 44° centígrados. Por encima de ese valor, el calor provoca diferentes grados de lesión, directamente relacionados con la temperatura y con el tiempo de exposición al calor.
Por su parte, la Asociación Argentina de Quemaduras (AAQ) define a la quemadura como una lesión que resulta de la exposición a llamas o líquidos calientes, contacto con objetos calientes, con cáusticos, químicos o radiación, efecto de la corriente eléctrica o de noxas biológicas (virus, bacterias, hongos, protozoarios y parásitos internos y externos).
Lo más importante es tener en cuenta que las quemaduras son uno de los accidentes más habituales de los que se producen en el hogar. Por eso, es necesario tomar precauciones para protegerse de posibles lesiones y minimizar los riesgos, sobre todo en la infancia y particularmente en niños menores de 4 años, cuyas quemaduras se producen generalmente en la cara.
Tipos de quemaduras
De acuerdo a la capa de la piel afectada, es decir hasta qué profundidad llegue la lesión, las quemaduras se clasifican en tres tipos: A, AB y B.
Quemadura de tipo A (primer grado, epidérmica): afecta solamente la epidermis. Se distinguen dos formas: tipo A superficial, que se presenta como un enrojecimiento de la piel (eritema) sin ruptura de la misma y con hipersensibilidad; tipo A flictenular (segundo grado, dermoepidérmica) donde puede estar comprometida la membrana basal, sin llegar a afectar la dermis. Se presenta con las características de ampolla o flictena, es muy dolorosa, y cura sin dejar secuelas en dos semanas.
Quemadura de tipo AB o quemadura intermedia (segundo grado, dérmica): compromete la dermis. Las quemaduras intermedias tienen la característica de evolucionar, según el grado de destrucción de la dermis, como: “ABA” (quemaduras intermedio-superficiales) en las cuales la piel se regenera a partir de los restos epidérmicos de las faneras; o como “ABB” (quemaduras intermedio-profundas) que, por la mayor destrucción de la dermis, evolucionan con profundización de las lesiones y requieren autoinjerto de piel para curarse.
Quemadura de tipo B (tercer grado, subdérmica): la lesión se extiende hasta la hipodermis, con lesión de todas las capas de la piel. Solamente puede ser reparada con el autoinjerto de piel.
Medidas para evitar quemaduras en niños
– Evitar que los pequeños estén en la cocina mientras se prepara de comer.
– Posicionar el mango del sartén hacia la pared para evitar que lo alcancen o se enganchen.
– Controlar la temperatura de comidas y bebidas calientes que se le dan a los pequeños para evitar que se quemen al probarlas o tragar.
– Evitar que los menores puedan tocar lámparas o velas encendidas y prevenir el riesgo de que puedan tirar las velas y propagar el fuego.
– Poner tapas protectoras sobre enchufes eléctricos que estén al alcance de los niños, y desechar cables o extensiones eléctricas que estén desgastados o dañados.
– Guardar los productos químicos en lugares altos e inaccesibles para los niños o bien en muebles cerrados con llave.
– Comprobar la temperatura del agua con el codo o con un termómetro antes bañar a los niños.
– Enseñar a los niños cómo actuar en caso de un incendio. Si es posible, es aconsejable hacer pequeños simulacros.
– No utilizar pirotecnia de ningún tipo ni bajo circunstancia alguna.
– Evitar exponer a los niños al sol en horarios inadecuados y sin la debida protección.
Algunos consejos generales
– Si el fuego incendia la ropa que se tiene puesta no se debe correr, lo indicado es arrojarse al suelo y rodar para apagar las llamas o envolverse con una manta mojada.
– No colocar sobre la piel quemada ningún tipo de sustancia, como dentífrico, barro, plantas, jabón o cremas no recetadas.
– Usar agua a temperatura ambiente si la quemadura es extensa, y utilizar hielo o agua fría en casos de quemaduras de escasa superficie, para evitar producir hipotermia.
– Hacer revisar por un profesional todas las instalaciones eléctricas y estufas del hogar cada cierto tiempo.
– Concurrir inmediatamente al centro asistencial más cercano ante cualquier quemadura, ya que el tratamiento debe ser realizado por profesionales idóneos, en lo posible especializados en la materia.
– Consultar con el Hospital de Quemados en caso de presentar quemaduras de consideración. Teléfonos de Guardia: 4923-4082 / 4923-3022.
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Importante: el presente material es de carácter informativo, de ninguna manera reemplaza el criterio del profesional de la salud en cada caso en particular. Ante cualquier duda o síntoma se debe consultar a un profesional y no automedicarse.